Carlos Gimeno, además de formar parte de Plan
C, es uno de los actores de La Traca Teatro, la compañía de teatro de la
Fundación Benito Ardid, dedicada a la atención de personas con discapacidad intelectual.
-¿Cuándo nace La Traca?
-La Traca nace como un proyecto a partir de otro que yo llevaba a cabo en la Fundación Benito Ardid que era la
actividad de teatro. Por entonces dirigía a un grupo de personas con
discapacidad que actuaban y hacían unas pequeñas obras de teatro, de esto hace
ya siete años.
-¿Cuántos actores discapacitados forman parte
actualmente de La Traca Teatro?
-Todas las personas tenemos alguna
discapacidad. Yo llevo gafas. Con certificado de minusvalía actualmente son
diez. Todos los actores de la compañía pertenecemos de un modo u otro a la
fundación.
-Tuve la oportunidad de ver El Avaro de
Molière, de asistir a la representación hace unos meses en el Teatro del
Mercado y fue realmente increíble. En esa obra entre los actores había personas
con y sin discapacidad. ¿En qué proporción?
-En esa ocasión éramos trece actores de los
cuales once eran actores con discapacidad y dos sin ella, más el director de la
obra, Hernán Romero, y otras dos personas entre bambalinas ayudando a los
cambios de vestuario, entradas, salidas, y lo que haga falta.
-¿Es complicado hacer una obra con personas con
estas características? ¿Se tarda más tiempo en preparar una obra?
- Es
exactamente igual de complicado que con cualquier población normalizada. Teniendo
cuenta las horas que ensayamos a la semana, creo que no se diferencia
prácticamente en nada con una compañía en la que ninguna persona tenga
discapacidad intelectual.
-¿Estáis preparando en estos momentos alguna
obra? ¿Se puede decir el título?
-Sí, estamos con otra obra también de Molière.
De momento nos reservamos dar más información (risas). Es más, no estamos sólo
preparando una obra, sino que La Traca Teatro se ha duplicado, ha habido nuevas
incorporaciones, y ahora hay otro grupo más en la compañía que está preparando
otra obra, posiblemente a estrenar en 2015.
-¿Cuántas has sido las representaciones de El
Avaro hasta este momento?
-Hasta hoy, han sido un total de diecisiete bolos.
Desde que comenzamos con las representaciones del Avaro hemos actuado fuera de
Zaragoza en Tauste, Biescas, Sabiñánigo y Ejea.
En Zaragoza lo hemos hecho en
numerosas fechas: en el Teatro del Mercado lo hicimos en seis ocasiones,
colgando el cartel “entradas agotadas” en todas ellas. También hemos actuado en
el Centro Joaquín Roncal, en el Matadero de Las Fuentes, y en un centro de Educación
de Adultos.
Y por supuesto también en
nuestra fundación: el Ayuntamiento de Zaragoza ha incluido a La Traca Teatro
dentro de las actividades extraescolares que pueden solicitar los colegios e
institutos, por ser un proyecto de integración social.
-Los decorados y vestuario, ¿los hacéis
vosotros con su ayuda? ¿Los encargáis?
-El decorado está realizado por Pepe Cerdá,
pintor muy popular en Aragón y resto del país, y se compone de seis tablas
gigantes. El vestuario es obra de Marie-Laure Bénard, una vestuarista teatral parisina,
con la que se trabajó online y que además vino a Zaragoza de propio para el
desarrollo del vestuario.
-¿Qué beneficios proporciona este tipo de
actividades para una persona con discapacidad?
-Facilita las habilidades sociales, la
locución, la dicción, la psicomotricidad gruesa, es decir, el saber moverse y
cómo colocar el cuerpo, porque dentro de una obra de teatro hay muchos movimientos
que son coreográficos; varios actores tienen que hacer al mismo tiempo algún
movimiento para que se pueda llevar a cabo alguna escena.
Les aporta también seguridad a la hora de
hacer cosas nuevas y saber ponerse en el lugar de otras personas,
aumentando tanto la asertividad como la
capacidad de empatía.
-Muchas gracias Carlos.
-Muchas de nadas.
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